miércoles, 3 de septiembre de 2014

La caída del imperio

Dice la prensa de hoy, que según sondeos del CIS, tan solo un 16% de españoles estaría dispuesto a coger las armas para defender España. La verdad, es muy poco, pero aún así, es mucho mas de lo que yo hubiera previsto, casi podría decir que me sorprende.

Y es que siempre ha sido así, los imperios se han construido principalmente por las armas, y su decadencia ha llegado cuando se pierde el espíritu de lucha de las nuevas generaciones, mas civilizadas y menos propensas a arriesgar su vida o su integridad física en un campo de batalla.

Si a ello añadimos, como ocurre ahora, la percepción real de la brutalidad de las guerras que tenemos a diario por la abundancia de medios y la consiguiente visión de documentales de guerra, o noticias, en la que se puede ver lo que es la guerra, con muertos apilados en los lados de los caminos,  ver como en  los campos de batalla vuelan cabezas y miembros humanos, o sea la muerte y la barbaridad, vista en toda su extensión real, distinta del romanticismo de las películas de Hollywood, es comprensible que todo ello actúe como disuasor del belicismo.

Tampoco ayuda, en España, la pobreza del espíritu de nacionalidad que tenemos los españoles, después de varias décadas en los que se presenta al patriotismo como algo relacionado con el Franquismo, o con la extrema derecha, hasta el punto de que quien es visto simplemente con la bandera española dentro de una insignia de solapa es tachado inmediatamente de “facha”.

El pacifismo es muy bonito, yo soy pacifista, si hubiera una guerra, lo primero que haría, si pudiese,  seria sacar a mis hijos de España para que no fuesen, pero la cosa es mucho mas complicada. Los romanos mantuvieron el imperio hasta que se convirtieron en una comunidad culta y pacifista, entonces llegaron los bárbaros, que no eran ni cultos ni pacifistas, y con su belicismo y política de terror acabaron con una sociedad, pensante, y poco propensa a dar su vida.

Hay síntomas de que la historia se quiere repetir, ahora unos grupos religiosos fanáticos, dispuestos a morir, están poniendo en jaque a nuestra sociedad, la cosa va a mas, y no está tan lejos, todos vemos a diario como sigue funcionando la política de terror al estilo Gengis Kahn que practican esas milicias islámicas en Oriente Medio, pero nadie está dispuesto a pararlos, esperan que lo hagan otros, podrían cruzar el Bosforo en cuatro días y entrar en Europa. ¿Podríamos pararlos?.

Este es el problema, la paz no se puede defender con la paz, ¿Cómo se defiende?.

No es broma

2 comentarios:

csc dijo...

si vis pacem, para bellum

Tòfol dijo...

Ahora hay nuevas soluciones, que te parece, por ejemplo la "Alianza de Civilizaciones".