martes, 26 de septiembre de 2017

OIGO, PATRIA, TU AFLICCIÓN


Da pena ver lo que son los partidos políticos españoles: un conjunto de organizaciones mafiosas con el único fin de alcanzar el Poder, por el sistema de engañar a los más fáciles de engañar, que por desgracia, son la mayoría.


Lo digo por el tema de Cataluña donde ahora estamos sufriendo un serio conflicto constitucional territorial. Todos le echamos la culpa a Puigdemont, a Mas y esa cuadrilla de independentistas, y es verdad que son ellos quienes han organizado el problema, pero ojo, ellos no son los principales culpables, los verdaderos culpables son los partidos políticos españoles, que aunque no estén liderados por lo más inteligente de nuestra sociedad, saben desde hace años que se está adoctrinando a los niños en Cataluña, pero a cambio de un voto de investidura, les han cedido todas las competencias en educación, y es más, a sabiendas de que se enseñaba una historia tergiversada y anti española, lo han seguido permitiendo sin intervenir.


Pero esto no es lo peor, lo peor será lo que pase cuando se acabe el tema del referéndum, en que después de rogarles, se van a sentar con los independentistas, y van a intentar “negociar”, “hacer política”, o como sea que le llamen, y darles lo que pidan para que no den más problemas. Y peor todavía los insurrectos serán quienes negocien desde una posición de fuerza, porque a los partidos españoles lo único que les interesa, a cualquier precio, es aparcar el problema, y dedicarse a lo suyo, engañar a la gente para ver si en las próximas elecciones mantienen o alcanzan el Poder.


Algunos incluso, Podemos para decirlo bien claro, ya han empezado a jugar con lo de la negociación y el “democrático derecho de autodeterminación", porque creen que así tendrán más votos en Cataluña, y el PSOE también, aunque esté apoyando al Gobierno, con matices.


Pero el problema va a continuar, porque como ya dije en otro post, el problema principal no es de si les roban, o si serían muchísimo más ricos siendo independientes, el problema es de sentimientos, y si se continúa adoctrinando a los niños, inculcándoles sentimientos catalanes apoyados en la antiespañolidad, dentro de 10 años, el odio hacia España será tan grande, que no querrán seguir con nosotros aunque les hayamos dado todo lo que pidan ahora.


Me quedo con estos versos dicen de José de Espronceda (Almendralejo, Badajoz 1808-Madrid 1842), - aunque no lo ncuentro en su bibliografía -  retrata un  momento de la historia idéntico al  actual!; me lo ha enviado un querido ex compañero y amigo de Burgos:



Oigo, patria, tu aflicción,
y no entiendo por qué callas,
viendo a traidores canallas
despedazar la nación.

Dando a un ingrato felón
estúpidas concesiones,
están haciendo jirones
esta tierra milenaria,
de gente, ayer solidaria,
y hoy podrida de ambiciones.

Lloras, porque te engañaron
los que lealtad prometieron,
los mismos que te aplaudieron,
y la Ley corroboraron.

Alevosos, traicioneros,
bellacos y desleales,
la convivencia entre iguales
rompen con su felonía,
y han de acabar la porfía,
en inmundos cenagales.

Buscando solo engañar,
distorsionaron la historia
para turbar la memoria
de las gentes del lugar.

Anhelantes por medrar,
con su estúpida insolencia,
rompieron la convivencia
entre familias y amigos;
requiere firme castigo
su ruin malevolencia.

Un tipo poco honorable
quiso imponer sus ideas
con maneras maniqueas,
fraudulentas, miserables,
arteras y despreciables.

Medio milenio hermanados
no lo separa un tarado
dirigente provinciano,
por mucho discurso vano
que largue desde su estrado.

¡Basta! Gritó el pueblo fiel
por toda la piel de toro.

¡Basta! Clamaron a coro
 los españoles de bien.

¡Basta! Poned pie en pared
a tanta provocación
y cortad la humillación
de estos cuatro hijos de perra,
¡No se trocea esta tierra,
somos una gran nación!

Fieles paisanos, honrados,
que queréis que vuestro nietos
os recuerden con respeto
por haberles entregado
un país fuerte y aunado.

¡Levantaos, despertad!
Negad la eventualidad
de una España fragmentada
y levantad vuestra espada
contra tanta indignidad.


No es broma

martes, 19 de septiembre de 2017

FORMACION DEL ESPIRITU NACIONAL

Hace unos días quedé con una persona en la puerta de los juzgados de vía Alemania,  que como todos saben, están instalados en lo que en otros tiempos fuera el prestigioso  colegio La Salle. Como que teníamos tiempo,  y sin duda por hablar de algo, dicha persona me contó que había cursado sus estudios de bachillerato en aquel lugar, lo que a su vez nos llevó a hablar de un famoso profesor de Formación del Espíritu Nacional y de cómo al inicio de la jornada  se izaba la bandera cantando el "Prietas las filas", y como se arriaba al final de la misma con el canto del "Cara al Sol". 

Para quienes no lo sepan, estas canciones eran canciones falangistas, canciones que todas las personas de mi época nos sabemos de memoria, porque era obligatorio cantarlas cada día. "Formación del Espíritu Nacional" intentaba ser una asignatura dedicada a enaltecer los valores de España, por supuesto,  de la España Católica, y naturalmente del Régimen.


Pues bien, la persona con la que hablé, me dio la impresión que era de  izquierdas, aunque no lo expresó, seguramente porque no venía a cuento, pero también me dio la impresión de que era españolista convencido. Yo creo que todos los de mi edad independientemente de nuestras tendencias políticas, y precisamente por aquella educación somos españolistas (por decirlo de alguna manera y evitar la denostada palabra patria, que ahora se omite a toda costa por políticamente incorrecta).


Todo lo que acabo de contar, viene al caso, porque el ser de derechas o de izquierdas, no debería interferir con el amar a nuestro propio país, como ocurre en cualquier otra democracia de Europa. Aquí se cuestiona hasta la bandera, y al que manifiesta amor por una España fuerte y unida, con frecuencia se le llama “facha”.


La cuestión es, que hemos pasado de un sistema educativo en el que se inculcaba el amor a España, a un sistema en que casi se podría decir que se inculca lo contrario, por lo menos en algunos lugares. Parece ser que muchos creen que el manifestar sentimientos nacionales españoles tiene que ver con el régimen del General Franco, mientras que ser nacionalista catalán, vasco, o cualquier otro que lo hay, está dentro de la normalidad.


El problema, es que quienes perdieron la guerra civil, por mucho que pactasen una modélica transición, no han podido liberarse del revanchismo y se han dedicado a destruir todo lo que les olía al régimen anterior, confundiendo valores básicos de convivencia con adoctrinación franquista, ergo si Franco cultivaba el espíritu nacional, había que hacer lo contrario, o sea, desarraigarlo.


España es UNA, y por mucho que esta palabra estuviese en el lema del movimiento franquista, podría estar perfectamente  en un lema constitucional si lo hubiere, porque España ha sido UNA desde que los Reyes Católicos conquistaron Granada  y de esto hace ya más de 500 años.


En las escuelas, ni se izan banderas, ni tampoco se arrían, el concepto de España ha desaparecido del sistema educativo; en resumen, comenzamos a no tener nación, ese concepto que tanto les cuesta definir a algunos  y que es tan sencillo,  como que una nación es una comunidad con un sentimiento nacional, así de facil, si no hay sentimiento, no hay nación.


El espíritu nacional, no es un concepto franquista, es la base de cualquier nación y si bien no tiene porqué ser un asignatura, es un sentimiento que debe cultivarse.  Así lo han visto los catalanes, y otros, que sí se han cuidado de inculcar este sentimiento a los más jóvenes aprovechando el vacío dejado por el Estado, y ahora, mal que nos pese, tienen una nación sin estado dentro de España que irá engrandeciéndose a medida de que se siga con su política de enseñanza.


Qué pena me dan esos que buscan soluciones al nacionalismo catalán a base de conceder más prebendas   - que ya no sé lo que más se puede dar-, no entienden nada, los sentimientos no se compran ni se venden como bien decía Manolo Escobar, si no se recupera el espíritu nacional español, España se convertirá irremediablemente en un conjunto de países al estilo balcánico.


No es broma