domingo, 12 de noviembre de 2017

LA PRISIÓN Y LAS IDEAS

Voy a escribir sobre algo que por su obviedad nunca me he atrevido a escribir para no ofender, por simplismo,  a mis pocos pero muy instruidos lectores, pero no va por ellos, sino que es una especie de  brindis al sol, por si algún ilustre ignorante se asomase a esta página:


España es un país democrático donde se cumple uno de los principios básicos de la democracia, que es la separación de poderes,  que son: el legislativo, el ejecutivo y el judicial; como que estamos en un sistema parlamentario, ocurre a veces que el poder legislativo se identifica un poco con el ejecutivo, que es quien tiene la principal iniciativa legislativa, pero en cuanto al poder  judicial, este nada tiene que ver con el legislativo, ni con el ejecutivo, o sea con el Gobierno. Esta separación no es perfecta, como no es perfecta ninguna democracia en su conjunto, pero coincide bastante con el sistema de  las demás democracias parlamentarias de nuestro entorno.


Dicho esto, resulta llamativo ver como gente supuestamente culta, como los de Podemos, habla constantemente de presos políticos, cuando se supone que sus líderes son profesores universitarios, pero claro, también es verdad que en en nuestras endogámicas universidades de las que no figura ninguna entre las cien mejores del mundo, el ser profesor, no es garantía de sapiencia ni incluso del mínimo de cultura general que se le presupone. Por supuesto que actuan de mala fe interesadamente, y para mi equivocadamente, por unos votos.


Yo conozco alguien que está en la cárcel por sus ideas, tuvo la idea entrar a robar en un bar escalando la pared trasera, lástima que le detuviesen con lo robado, porque la idea era buena. Lo mismo les ocurre a los consellers y miembros de la mesa del Parlament, tuvieron la idea de organizar un número inconstitucional y tipificado de independencia, y ahora están en prisión preventiva, también por sus ideas.

La verdad es que la mayoría de los delitos que se cometen, van precedidos de ideas, por lo cual España, y el resto de Europa, me atrevo a decir,  tienen sus cárceles repletas de gente condenada por sus ideas.


Bueno, sarcasmos aparte, los que tienen ideas delictivas, no son condenados por ellas sino por llevarlas a cabo, o sea, por cometer delitos.


Pues bien, debido a la separación de poderes, es impensable que el Gobierno pueda ordenar a un juez, o incluso sugerirle, que decrete la libertad de un preso aunque sea preventivo. Una vez que algún supuesto malhechor entra en la rueda judicial, ya nada puede hacer el Gobierno.


Es comprensible que una muchedumbre de ignorantes, aunque  la mayoría de buena fe, salga a la calle a pedir la libertad de unos presos, ya sabemos cómo funciona nuestro sistema educativo, pero es flagrante que algunos políticos bien conocedores del tema, sean quienes organizan la manifestación  a sabiendas de que la libertad que piden no es una decisión política, sino judicial y por lo tanto la única manera de conseguirla, es mediante un recurso razonado, que seguramente ya habrán hecho sus abogados, en el que se desvirtúen los argumentos del juez que los envió a la cárcel cautelarmente.


Pues bien, estas manifestaciones, bien organizadas, para presionar al Estado, son las que refuerzan, el carácter de sedición e incluso de rebelión de los presuntos delincuentes cuya libertad piden los independentistas y algún otro con coleta. Y no lo digo yo, lo dice el juez instructor del Tribunal Supremo en el auto por el que decreta la prisión eludible con fianza de la señora Forcadell y otros miembros de la mesa del Parlament. Recomiendo su lectura, está en la red.

No es broma 

1 comentario:

José Ignacio dijo...

Una sola palabra añado

BRAVO...

No se puede decir mejor,

Y así nos va