martes, 1 de mayo de 2018

EL SINDROME OCCIDENTAL DELSEXO DEBIL

Voy a narrar un caso criminal imaginario: imaginemos las fiestas de San Fermín, camisas blancas, pañuelos rojos, vino a tutiplén,  5 hombres jóvenes y fornidos ven a un chico de 18 años borracho, y para saciar sus instintos primarios (como una manada de lobos) lo meten dentro de un portal y le dan no menos de 5 puñaladas cada uno, no se lo comen, pero lo dejan en el lugar, muerto. Posteriormente los autores son detenidos,  presentados  ante un juez que decreta prisión preventiva.


Pasa el tiempo, se celebra el juicio y el tribunal los condena por homicidio al considerar que no concurren las circunstancias exigibles en un asesinato,  aunque se podría haber interpretado que hubo ensañamiento. Total 12 años de prisión a cada uno, una bagatela, podrían salir en 9.


Me imagino la respuesta popular: manifestaciones en toda España, con slogans “no es homicidio, es asesinato” y  lo normal, declaraciones de asco por parte de Podemos, críticas a los jueces, reproches al CGPJ por parte de miembros del Gobierno etcétera, los cimientos del Estado Democrático con separación de poderes se agrietan.


Como todos sabemos, no sería así, solo unas noticias en el telediario, una referencia en los medios y sin pasarse,  por una sencilla razón, y es que en España, y en el Mundo,  los homicidios y los asesinatos, pasan casi desapercibidos porque ocurren con frecuencia. Organizar manifestaciones es impensable porque no tienen posibilidad de movilización ni rentabilidad política.


Y yo pregunto: ¿Quién sale peor parado: un chico acuchillado y muerto o una chica violada y viva por mucho que el hecho la marque psicológicamente?.


Estamos envueltos en una especie de bluf, un montaje propagandístico duradero y sin razón en cuanto a la vulnerabilidad de la mujer, que va en sentido contrario a lo que pretende defender, porque la mujer de nuestra sociedad no es débil ni desvalida aunque
lo fuera en otros tiempos ya lejanos. Por supuesto que no me refiero a esas mujeres de otras “culturas” obligadas a la ablación, al burka o al nikab, o al matrimonio forzoso. Esas no dan rédito electoral, ningún populismo se moviliza por ellas. 

Porque pretender que una mujer de nuestra sociedad es débil y desvalida cuando la legislación le otorga los mismos derechos que a un hombre, es lo mismo que afirmar que es inferior, y la mujer estará socialmente en plano de igualdad en nuestra sociedad el día que todos entendamos que no necesita protección, que con iguales armas se puede defender igual que un hombre, y que hay que tratarla igual que a los demás, eso es precisamente la igualdad.


Violar a una mujer es un delito repugnante, multitudinariamente lo es todavía más, pero no más que otros delitos, quienes hacen de una violación una especie de Razón de Estado, lo único que están haciendo es proclamar la inferioridad de la mujer, porque la violación está penada por la Ley dura y proporcionadamente. 


No es broma

1 comentario:

José Ignacio dijo...

Las penas para los violadores son absolutamente insuficientes.
Especialmente cuando se demuestran que son reincidentes.
Te dejo esto que es un caso ocurrido en Francia: https://elpais.com/internacional/2018/05/01/actualidad/1525184588_490129.html

Para estos casos la prisión revisable sería lo más adecuado.

No se trata de legislar en caliente, sino de solucionar problemas reales.

Y así nos va.

JIV